Hoy estaba ordenando mi cuarto y al abrir un cajón, justo uno de los de debajo de la cama, has aparecido ahí, MI COSTAL, doblado perfectamente, te he abrazado, cerré los ojos y recordé momento que hemos vivido juntos, alegría y sufrimiento, contigo he llorado bajo los pasos, he llorado de alegría, si, es muy extraño pero me ha ocurrido, hemos sudado juntos.
Con los ojos cerrados todavía y abrazado a ti como si de un niño pequeño te trataras te he olido, y por segundo se me han ido viniendo a la mente como si fueran espasmos imágenes de levantas, chicotas eternas de nunca acabar, pero he seguido soñando con tu olor y como si portado por dos ángeles se tratara me he imaginado en el sitio de los privilegiados, en el lugar más difícil, en el lugar donde me vi un día y no creo que me vuelva a ver, si, contigo, con mi costal y debajo de la Virgen de los Ángeles, cada día me despierto imaginando el volver ha estar bajo tus plantas, pero mientras tanto vuelve ese día sólo me quedo con el recuerdo y sabor añejo que tenemos mi costal y yo, el haber sido costalero de la Virgen de los Ángeles....
Y llegó la hora seguir recogiendo el cuarto, el instante que se ha hecho eterno abrazado a ti le ha llegado su hora, con un beso, como si de un hijo se tratara te he vuelto a meter en el cajón y simplemente soñar con el día que vuelvas a salir para nuestra próxima batalla, si Dios quiere y todo va bien... nos uniremos de nuevo en Enero para pasear a la Patrona de San Juan la Virgen de la Paz como se merece....ç
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